Nunca cometas este error al comprar un repetidor WiFi o terminarás tirándolo

Nunca cometas este error al comprar un repetidor WiFi o terminarás tirándolo

Javier Jiménez

Cuando tenemos problemas con la conexión Wi-Fi, algo que solemos hacer es comprar un repetidor inalámbrico. Es un dispositivo sencillo, que colocamos en algún lugar de la vivienda y se conecta al router para, posteriormente, repartir la señal a otros equipos. Si haces una búsqueda, vas a encontrar una gran variedad de aparatos. Todos van a prometer lo mismo: mejorar la cobertura y que Internet vaya más rápido. Sin embargo, no todos van a funcionar igual de bien realmente. Por ello, te vamos a explicar qué debes evitar cuando compres un repetidor.

Como ocurre con otros muchos aparatos, tener un repetidor Wi-Fi de mala calidad puede ser un problema importante. Podemos tener limitaciones para conectar dispositivos, tener una buena velocidad y estabilidad. Conviene siempre revisar muy bien cuál vamos a comprar e instalarlo correctamente.

Máxima velocidad limitada

El error consiste en comprar un repetidor inalámbrico económico, pero no tener en cuenta la velocidad máxima. Algunos pueden tener una velocidad realmente limitada, lo que va a impedir que conectes aparatos a la red y alcances algo adecuado, tanto de bajada como de subida. Por ejemplo, es habitual ver repetidores limitados a 300 Mbps, pero incluso los hay con menos velocidad.

¿Qué ocurre con esto? Tal vez tengas una tarifa contratada muy superior. Incluso puede que quieras conectar los aparatos por cable y vas a encontrarte con que están limitados a máximo 100 Mbps, ya que son Fast Ethernet y no tienen compatibilidad con Gigabit Ethernet. Esto es un problema para aprovechar realmente la conexión contratada.

Por tanto, es un error comprar un repetidor Wi-Fi sin mirar bien la velocidad máxima que ofrece. Algo básico es que sea doble banda, para que puedas utilizar tanto la de los 2,4 GHz como también la de los 5 GHz. Esta última es la que ofrece una mayor velocidad, aunque es la primera la que tiene más cobertura.

Tienes que mirar la velocidad máxima que ofrece de forma inalámbrica, pero también en caso de que te conectes por cable LAN. En este último caso, conviene que tenga puerto Gigabit Ethernet, ya que eso significa que va a ofrecer hasta 1 Gbps de velocidad. Vas a poder aprovechar tu fibra óptica al máximo, sin restricciones.

En qué zona poner el repetidor WiFi

Coloca bien el aparato

Más allá de evitar comprar un repetidor que tenga una velocidad limitada, conviene ubicarlo correctamente. Es esencial que lo coloques en un lugar donde realmente lo vayas a aprovechar. De lo contrario, tal vez incluso no mejores la señal y tengas problemas para conectar dispositivos a la red.

Ten en cuenta que el repetidor necesita conectarse al router, por lo que no viene bien que lo pongas demasiado lejos. Si la distancia es muy grande, la señal va a llegar demasiado débil y no vas a poder conectarte correctamente con tu ordenador, móvil o cualquier otro dispositivo que vayas a utilizar para navegar.

Es interesante que lo alejes de posibles interferencias. Por ejemplo, no es buena idea que tengas otros aparatos que usen Bluetooth cerca. El motivo es que, al usar también la frecuencia de los 2,4 GHz, puede haber conflicto entre ellos. Lo mejor es que lo ubiques en una zona aislada, desde donde pueda repartir bien la señal sin que haya interferencias.

Como ves, elegir bien el repetidor Wi-Fi es clave. No cometas el error de comprar uno con una velocidad máxima muy limitada. Tendrías problemas para usar la conexión en tu día a día, por ejemplo para ver contenido en Streaming, descargar o utilizar la nube. Puedes ver las diferencias entre repetidor y amplificador Wi-Fi y elegir lo que más te convenga.

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