Para lograr una buena conexión de Internet, un factor a tener en cuenta es la tarjeta de red. No importa si te conectas por cable o lo haces por Wi-Fi, ya que en ambos casos podrías estar usando un dispositivo limitado. Te vamos a contar qué debes tener en cuenta para comprobar si necesitas comprar una nueva tarjeta de red y poder lograr así una conexión de Internet óptima. A veces, es la única opción para aprovechar al máximo la tarifa contratada.
Puede que tengas una tarjeta de red antigua, que no cumpla con los requisitos para lograr la máxima velocidad. Si contratas una tarifa de Internet máxima, como puede ser una de 1 Gbps, podrías estar muy limitado. En ese caso, debes asegurarte de que tienes una tarjeta de garantías y no necesitas otra nueva.
Cambiar o no la tarjeta de red
Siempre vas a querer que la velocidad de red sea buena, poder usar la nube o descargar archivos sin problemas. Además, en caso de que te conectes por Wi-Fi, vas a querer que la cobertura sea óptima y no tener limitaciones. Ahí va a entrar en juego el uso de una buena tarjeta de red, por lo que podría ser necesario cambiarla por otra.
Haz una prueba de velocidad
Lo primero que puedes hacer, la primera prueba para detectar si necesitas comprar otro dispositivo o no, es hacer una prueba de velocidad. Te recomendamos que hagas esta prueba con varios equipos, ya que así obtendrás resultados más exactos y podrás detectar errores que puedan afectar a toda la red.
Si te conectas por cable y no te llegan más de 100 Mbps, sin duda vas a tener que cambiar de tarjeta de red. Esto significa que la tarjeta que tienes es antigua y solo funciona hasta Fast Ethernet. Si tienes más de 100 Mbps contratados, no vas a poder aprovecharlos. Ojo, también va a depender del cable de red que uses, por lo que deberías asegurarte de que utilizas uno de, al menos, CAT 5e.
En caso de que te conectes por Wi-Fi, una prueba de velocidad también será de ayuda. Podrás ver cuánto te llega y comprobara si necesitas cambiar la tarjeta o no. Eso sí, haz la prueba al lado del router y conectándote a la frecuencia de los 5 GHz. Si tienes una tarjeta que solo sea Wi-Fi 5, y no Wi-Fi 6, podrías estar limitado.
¿Has notado problemas de conexión?
Por supuesto, también deberías revisar si has tenido algún problema con tu conexión. Puede que notes cortes continuos, que veas que la señal se pierde sin motivo alguno o que directamente no puedas conectarte porque no llega el Wi-Fi. Esto puede ocurrir por un problema con la tarjeta de red, ya sea por cable o Wi-Fi.
Siempre que notes que algo no va bien, debes comprobar si puede ser por la tarjeta. No obstante, hay otros factores que van a entrar en juego: fallo del router, cableado, saturación de red, problema puntual con el dispositivo que utilizas, etc. Conviene descartar cuál podría ser la causa antes de comprar otra tarjeta. Siempre puedes solucionar problemas si la tarjeta de red no funciona.
Incompatibilidad con el router
La tecnología avanza y eso significa que podrías tener problemas de compatibilidad. Si has cambiado de compañía, o incluso si has decidido cambiar de aparato, tal vez tengas un router con los últimos estándares. Esto significa que podrías tener un puerto de 2.5G o poder usar el protocolo Wi-Fi 6. Si tu tarjeta no es compatible, no vas a poder aprovechar esto.
Por tanto, si quieres aprovechar los últimos estándares, lo ideal es que tengas una tarjeta de red que sea compatible con tu router. Eso te permitirá alcanzar la máxima velocidad, estabilidad y, también, acceder a las mejoras de seguridad que pueda haber, como es el cifrado WPA-3.
En definitiva, estos son algunos factores que puedes tener en cuenta para ver si te conviene cambiar la tarjeta de red. Es importante elegir un modelo de garantías, que realmente te ayude en tu día a día. El objetivo es lograr una buena conexión, que sea estable y aprovechar la velocidad que tienes contratada.